Que al fin y al cabo, estamos solos en este mundo, este puto mundo. Que sí, que yo no digo que no sea fantástico y maravilloso, simplemente que hay momentos en los que desearía no existir. Más que nada, por saber que en realidad estás sola. Sola y que nadie jamás va a dar la cara por ti. No hay más. Pero me di cuenta de que la vida no
era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse;
la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te
abrace y a quien no te abrace pues no te abrazas y punto, y no pasa nada.
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